Suelen contener entre 50% y 60% de proteína bruta, dependiendo del método de secado y la dieta durante la cría.
Este alto nivel de proteína hace que los gusanos secos sean una fuente excelente de nutrientes para la alimentación animal, especialmente en sectores como la avicultura, acuicultura y mascotas exóticas. Factores como el uso de microondas o secado al sol pueden afectar el contenido proteico final, así como la calidad del alimento suministrado a las larvas. Por ello, en el comercio mayorista internacional, es común solicitar análisis de laboratorio para cada lote, garantizando la consistencia nutricional para fabricantes de piensos o distribuidores.